miércoles, 25 de abril de 2012

Navegando en sueños


Hoy, aunque en mi carpeta de recetas, tengo alguna pendiente para subir, voy a escribir algo personal.

Aparte de la cocina, una de mis grandes pasiones es todo lo relacionado con el mar. El año pasado, después de un tiempo de sopesarlo, mi carrera profesional está centrada en la rama de administración y es un campo muy demandado, por lo que decidí sacarme la titulación necesaria para poder trabajar en un barco de cruceros, este año estoy dedicándome a los idiomas, el hundimiento del barco en Febrero, no ha beneficiado a que este año obtuviera trabajo, pero quien sabe si el año que viene trabajo en algún barco, lo importante es que uno haga lo posible por realizar lo que le llena, aunque luego el destino nos depare otro camino. Quizás ejerza como administrativa de nuevo o quizás como marinerita en la recepción de un barco, o quien sabe si termino en la cocina de algún restaurante o como cajera en un super..el futuro está por llegar.
Con todo esto, tengo que decir que me encanta navegar, y los cruceros. Si alguna vez alguno de vosotros queréis hacer un crucero, podéis preguntarme vuestras dudas, os asesoraré encantada tanto en el barco, como destino y precio.
Me gusta el mar, no la playa, hay gente que no encuentra la diferencia, pero son conceptos totalmente diferentes, navegar en alta mar es como cuando pisas por primera vez el desierto, mires donde mires, solo ves arena o agua de forma infinita, y te das cuenta de la inmensidad de la naturaleza, de la vida y que a fin de cuentas no somos más que un puntito en esta tierra, un puntito que lo único que debe hacer es vivir su vida, apreciar esos pequeños detalles que la hacen grande, ser fiel a uno mismo y perseguir sus sueños..cosa de la que mayoría de puntitos-personas se han olvidado..tan simple como vivir la vida.
No recuerdo en que momento adquirí esta pasión, pero si recuerdo el primer contacto que tuve directamente con el mar abordo de un crucero de 2000 y pico de personas, encontré un rincón en el que solo estábamos el mar y yo, y aquella sensación de paz que me transmitió me enganchó totalmente. Así que desde hace una temporada, pese a que la crisis me ha pillado de lleno y tengo trabajo de forma eventual, sigo contribuyendo a llenar mi hucha cruceríl.
Hace algo más de 2 años, seguí la construcción de un barco en unos astilleros alemanes, el barco era de mi compañía favorita NCL, reina del sistema Freestyle, y con la que siento realmente cómoda al navegar. Asi que como el año pasado vino al mediterráneo, saliendo desde Barcelona, hice todo lo posible por embarcar en su primera salida. Mis nervios eran tales, que hasta ocupaba horas de mi sueño el barco, no sé cuantas veces soñé que estaba dentro de él, explorando sus rincones, encontrando mi rincón tranquilo.
Los primeros meses del año pasado, no fueron muy buenos para mi familia más directa, a mi madre, el pilar de casa, le detectaron y operaron un tumor, por suerte benigno, pero el post-operatorio fue un poco duro, y le dediqué todo mi tiempo durante tres meses, lo importante era que ella estuviera bien.

Asi que en cierta manera, tras su recuperación, el navegar me aportaría un poco de tranquilidad, lo que no sabía que lamentablemente sería para mi el peor dia para embarcar, ya que el dia anterior a mi embarque, mi mejor amigo desde hacía once años, aquel que siempre estaba dispuesto a jugar conmigo, darme mimos, que me
esperaba siempre feliz, aquel con el que habia compartido buenos y malos momentos, aquel que sabía perfectamente cuando estaba triste o enferma y no se apartaba de mi lado, aquel con el que compartía cumpleaños porque nacimos el mismo día, aquel gamberrete que tanto me hacía reir con sus trastadas..mi perro falleció en mis brazos un día antes de mi embarque, y en ese momento un vacío se creó en mi interior y los días que han pasado han hecho que entendiera el verdadero significado de aquella frase ..te echo tanto de menos que duele.

Y mucha gente dirá, pero si era solo un perro, estás loca por estar así por un chucho, a mi esos pensamientos me son indiferente, quizás no me entendáis, pero para mí perro era uno más de la familía.
 La verdad que pese que aquel barco era mi pequeño sueño, no queria embarcar…mi madre me cerró la maleta, aquí no puedes hacer nada me decía ojala pudiéramos ir contigo, te mereces desconectar unos días, así que hazlo y pásalo lo mejor que puedas. Mis padres me llevaron al puerto, y al ver el barco, supe que mi madre por fín entendía mis “frikadas” y sus palabras, este barco es diferente a todos, y las conversaciones que mantuvimos por teléfono los días siguientes y todos esos momentos que tuve de navegación a solas con el mar..siempre tan infinito, entre mis lágrimas hice una promesa secreta.

Así que al desembarcar comencé mi hucha de nuevo, pero esta vez para 3 personas, ya iba siendo hora de que mis padres, (no hace falta que diga que las personas más importantes de mi vida), que solo habian pisado algún crucero acompañandome en alguna visita de cortesía que en tiempos de bonanza alguna agencia me había concedido, pudieran embarcar de verdad.
Los sorprendí en reyes, y se quedaron boquiabiertos al ver que en mi próximo embarque ellos eran mis compañeros. Y como quien no quiere la cosa, entre miles de preguntas, de nervios, ya ha llegado el día.
Asi que con vuestro permiso, cierro la maleta y el Domingo os leo, besos!

4 comentarios:

Rebeca* dijo...

Qué post tan bonito, me encanta que nos hayas contado alguan cosita tuya más personal :) Espero que te lo pases muy muy bien, disfruta de tu pasión, y de la compañía de tus padres, y sobretodo, cuéntanos qué tal a la vuelta :)
Besos!!

Olivia dijo...

¡Disfruta mucho!

Milena dijo...

Qué bonito regalo, seguro que vais a disfrutar mucho los tres! Un abrazo

Pepi dijo...

Muchas gracias guapas!
Ayer ya se terminó lo bueno,lo importante es que lo hemos disfrutado muchisimo, 4´días muy intensos!
Besos!