- 1 kilo de calabaza, limpia y cortada en dados.
- 1 litro de leche de soja.
- 150 gramos de azúcar moreno.
- 180 gramos de aceite de girasol.
- Ralladura de 1 naranja.
- Barra de canela.
- 100 gramos de pasas (previamente remojadas en brandy durante 12 horas).
- 75 gramos de nueces picadas.
- 1 sobre de levadura.
- 180 gramos de harina integral.
- 1 cucharadita de jengibre.
- 1 cucharadita de nuez moscada.
- 1 cucharada de canela.
- 125 gramos de chocolate negro.
- 5 orejones.
- 1 cucharada de almendras en polvo.
En un cazo puesto al fuego, añadir la leche, la calabaza y el palo de canela. LLevar a ebullición, y cocinar hasta que la calabaza esté blanda. Aproximadamente 15-20 minutos. Retirar del fuego, escurrir, retirando el palo de canela y dejar reposar hasta que enfríe.
Precalentar el horno a 180ºC.
En un bol añadir la calabaza, el aceite, la ralladura de naranja, el azúcar y las especies. Con la ayuda de la batidora, batiremos hasta conseguir una masa homogénea sin grumos. Retiramos la batidora, añadimos la harina y el sobre de levadura, mezclar con un tenedor o un mezclador, una vez que todos los ingredientes esten bien incorporados y la masa sea fina. Incorporar las pasas escurridas y las nueces picadas.
Verter la masa en un molde (he utilizado de silicona), y hornear durante 40 minutos. Una vez cocinada, retiramos del horno y dejamos enfriar.
Derretimos el chocolate, y pintamos la tarta, añadimos los orejones, y espolvoreamos con almendra en polvo.
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